lunes, 26 de marzo de 2012

El centro de interés


Se denomina CENTRO DE INTERÉS al elemento que más destaca, o se quiere destacar, en una fotografía. Este puede ser una persona, un animal, un objeto, un edificio, un monumento…sencillamente, una parte de la escena. 
En esta fotografía publicitaria de Pérez Guerrero para una empresa de lencería, el centro de interés se establece mediante una composición que obliga a un recorrido visual que inevitablemente acaba en la prenda interior de la modelo.
Para que destaque su color blanco, el fotógrafo utilizó un sofá de color oscuro y colocó el tema principal descentrado, de modo que ocupase la parte izquierda de la imagen.
Una vez precisado el punto de interés no es imprescindible situarlo en el centro de la imagen ni en primer término, tal como se explicará a lo largo de esta sección.
El aprovechamiento de los elementos que integran el entorno de la fotografía, el perro no es de gran ayuda para fijar en él, el centro de interés. Por ejemplo decorativo, la copa de champagne, unas huellas o una sombra pueden llevar la mirada hasta la figura, máscara, sombrero, etc. sugieren al protagonista conducir la atención hasta el motivo. 
Fotografía publicitaría donde queda estudiado el centro de interés, por cierto el protagonismos de la mujer no es casual como nada en publicidad.

Otro ejemplos de centro de interés




Retórica de la imagen



Retórica de la imagen 
Para hablar de retórica es necesario empezar con ciertos conceptos básicos sobre comunicación. 
El vehículo que utilizamos para comunicarnos es el lenguaje, cuya unidad mínima de sentido es el signo, 
que sería como una imagen “mental” de otra naturaleza distinta a lo que evoca.  
Al signo lo dividiremos en significante (vendría a ser la representación en sí) y significado (el contenido que 
se le asigna). En la realidad es imposible separar estas dos entidades, pero se separan teóricamente para su 
mejor comprensión. 
A cada significante le corresponde una cadena de  significados, por eso se dice que los signos son 
polisémicos, es decir que poseen o pueden poseer varios significados.  La retórica  de la imagen juega con los sentidos connotados, implica un juego mental, de interpretación, se 
encarga de decir las cosas no de la manera mas obvia, sino de un modo más sutil y elaborado, lo que hace 
más rica e interesante a la comunicación. La retórica puede aportar a la comunicación visual  un método de creación. De hecho, las ideas más originales aparecen bajo la forma de figuras retóricas. En el caso del diseño, el proceso creativo se enriquece si los diseñadores tienen en cuenta el poder de este ejercicio semántico.